Resulta curioso la poca fé que tenemos las personas en nosotros mismos.
El artículo We Are The Web, habla de Internet en 1995 y como los expertos, y no tan expertos, lo consideraban. Hace poco más de 10 años Internet, para muchos, era algo lejano que solo unos pocos podían y sabían tocar. Incluso algunos peródicos dudaban de su capacidad y eficacia para que empresas y/o personas se puedieran dar a conocer a través de la red.
No hay más que leer el titular de Newsweek, en 1995, (que incluso resulta chistoso) con el que vemos las pocas espectativas que tenían de este mundo digital: "Internet? Bah!!". ¿Quien desprecia Internet ahora?
Los blogs eran algo insospechadamente sostenible y viable, ya que se consideraba que las personas somos demasiado perezosas y que, si llegaban a hacerse, no durarían demasiado.
Sin embargo, hoy el 80% de la población usamos y nos movemos con esta herramienta, creamos nuestros espacios y nos damos a conocer al resto del mundo con creaciones propias. Y no solo eso, sino que Internet, tal y como lo conocemos hoy en día, lo hemos construido entre todos.
El artículo We Are The Web, habla de Internet en 1995 y como los expertos, y no tan expertos, lo consideraban. Hace poco más de 10 años Internet, para muchos, era algo lejano que solo unos pocos podían y sabían tocar. Incluso algunos peródicos dudaban de su capacidad y eficacia para que empresas y/o personas se puedieran dar a conocer a través de la red.
No hay más que leer el titular de Newsweek, en 1995, (que incluso resulta chistoso) con el que vemos las pocas espectativas que tenían de este mundo digital: "Internet? Bah!!". ¿Quien desprecia Internet ahora?
Los blogs eran algo insospechadamente sostenible y viable, ya que se consideraba que las personas somos demasiado perezosas y que, si llegaban a hacerse, no durarían demasiado.
Sin embargo, hoy el 80% de la población usamos y nos movemos con esta herramienta, creamos nuestros espacios y nos damos a conocer al resto del mundo con creaciones propias. Y no solo eso, sino que Internet, tal y como lo conocemos hoy en día, lo hemos construido entre todos.
La máquina crece y crece gracias a esos de quienes se pensaba que nunca sabrían hacerla funcionar.
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