Que la Televisión e Internet será la próxima fusión que acabará con la televisión convencional, y que el televisor pasará a llamarse (según se comenta) “el telecomunicador” es bien sabido, pero muchas veces no pensamos en TODO lo que este cambio va a suponer, no solamente para el medio, sino para el agente más importante: el espectador, y las posibilidades y llamamientos que se va a encontrar y a los que va a estar sometido.
El artículo Metamorfosis publicitaria en el entorno interactivo (muy recomendado) describe bien el cambio que estamos experimentando en torno a este nuevo formato, que generará (y que ya está generando) una serie de nuevas técnicas y formas publicitarias bien diferentes a la publicidad tradicional, o publicidad pasiva si la comparamos con la interactividad que se prevé en la televisión digital.
Todo el panorama nos llevará a asistir a un cambio de las estrategias de creación de contenidos: estrategias donde a cada persona se le hacen llegar mensajes sobre los que tiene un interés particular. Y esto, por lo tanto, generará variaciones en las estructuras funcionales de la publicidad. La personalización y la interactividad serán conceptos básicos para la creatividad de los anunciantes.
Pero el éxito real llegará cuando la nueva publicidad ofrezca “servicios interactivos”, demandados, desde el hogar de los abonados a la televisión. Sin embargo, aún estamos en plena metamorfosis o revolución.
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